Piedras
De las piedras se habla con envidia, quizás, porque ellas no hablan. No fruncen el ceño y aparentan desatender lo que a su alrededor acontece. Obviamente, todo esto es mentira. No vuelan, pero enseñan a los pájaros a volar. Se detienen en los abismos, al pie de los puentes, al margen de los ríos y
+ Más información